La educación de calidad para todos ocupa un lugar central en nuestras prioridades. En este sentido, tenemos previsto aumentar significativamente la financiación del programa Erasmus+ dedicado a los jóvenes en aprendizaje y formación profesional, multiplicándola por diez.

Esta iniciativa tiene como objetivo cultivar un sentimiento de pertenencia a Europa al tiempo que ayuda a los jóvenes a desarrollar sus habilidades, adquirir experiencias enriquecedoras y ampliar sus horizontes.

Asimismo, estamos convencidos de que tenemos que aumentar la representación de niñas y mujeres en los estudios y carreras científicas. Desarrollaremos programas de tutoría y sensibilización y crearemos auténticas redes profesionales.

Al mismo tiempo, dadas las exigencias de la transición ecológica, creemos que es vital invertir en formación permanente, reciclaje y reorientación profesional a lo largo de la vida.

Resulta vital que ayudemos a reciclarse a todos los que trabajan en sectores que experimentan cambios rápidos, como la industria automovilística o la de los combustibles fósiles. Confiamos en que esto pueda lograrse colaborando estrechamente con empresarios, organizaciones de trabajadores y gobiernos. Por supuesto, haremos todo lo posible para que los títulos y cualificaciones sean reconocidos en los países de la Unión Europea y para facilitar la movilidad de estudiantes y trabajadores.

Por último, desarrollaremos la cooperación transfronteriza en materia de educación y formación para satisfacer las necesidades de mano de obra en sectores críticos (sanidad, turismo, industria, etc.). Contribuyendo de este modo, podemos hacer frente a los retos del mercado laboral y garantizar que tenemos suficientes trabajadores cualificados para apoyar el futuro de Europa.