La tecnología digital es la base fundamental sobre la que descansa el futuro de Europa. En esta era de cambios rápidos, resulta crucial que aprovechemos al máximo las oportunidades sin precedentes que ofrece la revolución digital. Invertiremos en investigación, desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial. Más bien al contrario, la digitalización nos brinda la oportunidad de desarrollar un potencial extraordinario para estimular la innovación, optimizar la eficiencia industrial y dar forma a nuevos sectores económicos. Ante esta transformación digital, nos comprometemos a hacer todo lo posible para salvar la brecha generacional. Estamos convencidos de que, para construir un futuro digital inclusivo, es esencial proporcionar una educación digital integral que sea adecuada para todos. La formación en competencias digitales resulta fundamental. Permitiremos que todos los ciudadanos, sea cual sea su edad, aprendan y aprovechen las oportunidades que ofrece el ecosistema digital. Para fomentar la eficacia y la innovación, nos comprometemos a simplificar los procedimientos administrativos. Además, el refuerzo de la ciberseguridad no será negociable. De hecho, a medida que construyamos nuestro futuro digital, protegeremos aún más nuestras infraestructuras, datos y servicios en línea. Garantizar la confidencialidad y seguridad de los datos de nuestros ciudadanos y empresas es la piedra angular de un entorno digital fiable. Seguimos y seguiremos firmemente comprometidos con la preservación del máximo respeto por los derechos y libertades fundamentales. Nos comprometemos a garantizar que los principios de privacidad y libertad de expresión nunca se vean comprometidos. También debemos reforzar nuestra capacidad para garantizar suministros fiables a nuestras industrias y reducir nuestra dependencia de proveedores externos. Esto reforzará nuestra soberanía económica al tiempo que asegurará nuestra posición en la escena mundial.